viernes, noviembre 05, 2010

Vi veri Vniversum vivus vici.


Recuerden, recuerden el cinco de noviembre. Conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es la hora de evocarla sin dilación.
Pero... ¿Qué ha sido del hombre? Sé que se llamaba Guy Fawkes y sé que en 1605 quiso hacer saltar por los aires el Parlamento británico. Pero, ¿quién era realmente? ¿cómo era?
Nos dicen que recordemos los ideales no al hombre, porque con un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden matarle y pueden olvidarle pero 400 años más tarde los ideales pueden seguir cambiando el mundo.
Yo he visto con mis propios ojos el poder de los ideales. He visto a gente matar por ellos y morir por defenderlos. No se puede besar un ideal, ni tocarlo o cazarlo. Los ideales no sangran, no sufren y tampoco aman.
Pero no es un ideal lo que yo echo de menos, si no un hombre. Un hombre que me hizo recordar el cinco de noviembre. Un hombre al que jamás olvidaré.

Feliz cinco de noviembre a todos aquellos fans de V for Vendetta.

Adiós,
Nuria.

domingo, octubre 31, 2010

Halloween



¡Feliz Halloween a todos!

Yo lo pasaré dibujando ya que tengo que entregar siete dibujos para Técnicas el martes.
La fotografía es de http://lunar-dollz.deviantart.com/

Adiós,
Nuria.

sábado, octubre 23, 2010

Obsesión


En la foto sale Lara Stone. Sus dientes son mi obsesión.
Sé que no suelo hacer entradas sobre las cosas que me gustan o me desagradan, más bien sólo hago entradas con quejas, pero ultimamente los dientes separados se están volviendo una considerable adicción.

Llevo un tiempo recolectando fotos y más fotos de dientes separados y creo que ya son un fetiche. Siempre me parecieron muy inocentes las chicas con dientes grandes o separados, pero ya di un paso más. Por eso hago una entrada dedicada a dientes, concretamente a los dientes de Lara Stone por ser preciosos.

Sin nada más por escribir, me despido.

Adiós,
Nuria,

viernes, octubre 15, 2010

Mudanzas


Siento no haber pasado por aquí, lo siento muchísimo. ¿Por qué me disculpo? No lo sé, sé que el mundo sigue en su órbita y que seguirá así aunque no pase por aquí, pero aun así me disculpo ante esos posibles o inexistentes lectores.

La antigua entrada dejó un sabor amargo acerca de mi rumbo en la vida, estudios, relaciones, amistades, todo. La incertidumbre es algo a lo que me acostumbré.
Actualmente, vivo en Vigo -un golpe de suerte, exacto-, así que puedo decir que mis vacaciones siguen aunque esté estudiando, en una época de eternos exámenes y estúpidas charlas sobre La Selectividad, la cual cada día se me antoja un poquito más a un supervillano.

De lunes a viernes voy a clases de artes plásticas, me divierto -quizás más de lo que mis ensoñaciones imaginaron- y me prestan bastante atención en general. Se puede decir, sí, estoy contenta.
Los fines de semana los paso en Carballiño junto a mi pareja y el resto de amigos. Sí, también estoy contenta con eso.

Sé lo que quizás uno de mis lectores estará pensando:
¿Y las quejas?
No, no todo va bien. La casa está semi-construida/semi-en obras, tengo que asistir a clases de gallego para tontos, no conozco muchos sitios en los que divertirme y odio a un par de profesores. Pero no puedo quejarme tanto como de costumbre -algo muy doloroso para mi-, tengo buenas vistas, tengo todas las posibilidades para crearme un nombre totalmente diferente y una hoja en blanco para escribir en ella todo tipo de nuevas opiniones.

Soy Nuria, eso es lo único que quiero que se mantenga constante. Problemas, recuerdos y demás no existen aquí.

Como un amigo del sur me dijo en su día:

Al final has conseguido lo que querías.

Sí, lo he conseguido y no voy a destrozarlo cometiendo los mismos errores.

Adiós,
Nuria.

lunes, septiembre 13, 2010

Despedidas


Hace tres días viví una de esas despedidas dolorosas. El viernes por la noche tuve que irme de casa de mi novio para Vigo ya que mi avión para Málaga salía a las nueve de la mañana.

El sábado amanecí sin estar muy segura de si había llegado a dormir o no, aún no soy capaz de acostumbrarme a dormir sola, nos levantamos a las seis de la mañana, salimos a las seis y media y tuvimos que esperar al avión hasta las nueve. El avión salió con retraso y al llegar a Barcelona con la hora totalmente justa nos dimos cuenta de que el avión de Barcelona también tenía retraso y tuvimos que esperar dentro del avión cerca de una hora. Una vez en Málaga cogimos el autobús del aeropuerto que nos llevaba hasta el centro y el de la linea número siete que lleva hasta mi barrio.

Supongo que cuando me deprimí fue cuando entre en mi habitación y no estaba él, ya habíamos tenido muchas despedidas, pero ninguna cómo esta. Tres meses viviendo con alguien, es muy difícil ponerle fin a algo así.

Mirando el lado positivo de la situación -algo que me encanta hacer-, mi estanca en Málaga no es para siempre. Esta semana me volveré para Galicia para vivir allí, no será junto a mi novio, aún necesitamos por lo menos quince meses para hacer que las cosas sean un poco seguras. Me iré a vivir a Vigo y estudiaré allí el último año del bachiller y tendré todos los fines de semana que quiera para verle a él y a todas esas personas maravillosas que conocí.

Estoy emocionada, espero no desilusionarme. Creo que lo que más me asusta en estos momentos es que llegue el día en el que me haga la pregunta de:

¿Qué se supone que hago aquí?

Espero que allí me vaya bien y sea capaz de recordar cómo se hacen amigos.

Sin nada más que decir me despido.

Adiós,
Nuria.

domingo, agosto 22, 2010

Desperdicios


Ha pasado un mes desde la última entrada y mis vacaciones aún continúan.

La semana pasada fui a Málaga junto a mi novio para pasar unos días allá. Estuvimos en Málaga desde el jueves 12 hasta el jueves 19, fuimos en coche desde Orense lo que implica unas largas doce horas en ese maldito coche. Salimos desde Carballiño a las ocho de la mañana del jueves, el primer percance lo tuvimos a la hora de salir cuando uno de los coches tenía una de las ruedas pinchadas y tuvimos que esperar a que abriesen los talleres. Estuvimos un par de horas bien hasta que llegó el momento propicio en el que me puse mala en el coche y el viaje transcurrió con calor -como es obvio en pleno agosto y en zonas céntricas y andaluzas-, mareos, algún que otro vómito, olor a estiércol y paradas, numerosas paradas.
Esa rueda pinchada no fue el único percance, obviamente mi malestar general tampoco, cuando faltaba una hora y media para llegar, es decir, cuando estábamos en un punto intermedio entre Huelva y Jaén el segundo coche nos dejó tirados obligandonos a esperar a la grúa y retrasando la llegada un par de horas, acabamos llegando a las tres de la mañana después de salir a las ocho. Sigo, la grúa se llevó finalmente al coche y lo tuvieron que llevar de vuelta a Vigo por lo que los acompañantes del segundo coche tuvieron que alquilar otro vehículo y, bueno, pagar una multa un día cualquiera por estar mal aparcado.

Esa semana en Málaga estuvo llena de percances y desperdicios. Desperdicios de comida por esos estúpidos menús compuesto por el pack primer plato-segundo plato-postre-bebida-pan; desperdicios de tiempo por esa manía de mi familia de visitar todo lo posible y también lo menos interesante como, por ejemplo, el Selwo marino-Selwo Aventura-Telesférico Nocturno ¿por qué? A mi madre el encantan los packs.

En este viaje lo que más se desperdicio fue mi paciencia, tanta desperdicié que me queda poca para este tiempo que aún me queda en Carballiño.

Cada día al amanecer me pregunto:

¿Qué pasará al volver?


Sin más que decir, me despido.

Adiós,
Nuria.

sábado, julio 24, 2010

W, A, S, D.


En días como los que estoy teniendo ultimamente son en los que me pregunto la tan frecuente pregunta de:

¿Por qué salgo de la cama?

Esos días son los que suelen transcurrir entre peleas, llantos e instintos homicidas.

Sí, mis idílicas vacaciones continúan, pensé que acabarían hace un tiempo pero aún siguen y parece que quieren seguir alargándose por un tiempo aunque mi presencia en Málaga cada vez sea más y más necesaria. Sinceramente, que le jodan a Málaga, perdonadme por la expresión pero no existe ninguna mejor para describir lo que siento.
Aunque sean idílicas siempre parecen surgir problemas, será por mi naturaleza inconformista.

Ultimamente las peleas se centran en Internet.
Es extraño, muy extraño, ya que la que comienza las peleas siempre suelo ser yo cuando yo misma soy la que más adora Internet. ¿Dónde sucede mi vida si no es en Internet? Quizás por eso odio ver a la gente con ordenadores por estas fechas...

En el supuesto de que este verano también sucediese en Málaga no habría sido ni la mitad de movido que este. Los días se transcurrirían entre Internet, televisión, cama. El exterior no estaría en un segundo, ni un tercero, ni siquiera un vigésimo escalón, el exterior sería un continuo borrón.

No me gusta ver a las personas perdiendo sus días, sus horas, sus meses de sol y diversión en Internet porque prefiero que los pierdan conmigo...

Supongo que es imposible competir con las tan famosas W, A, S, D.

Con demasiadas cosas que decir pero pocas ganas de escribir me despido.
Adiós,
Nuria.

lunes, julio 12, 2010

Los pies en el suelo


En días como el de hoy es cuando comienzo a dudar si mis pies están realmente en el suelo.

Las vacaciones siguen su rumbo de nada que hacer mezclado con demasiadas obligaciones. Hubo algunos percances como el:

-¿Cuándo hay que entregar la matrícula?
-Hoy...
-Bueno... Sólo estoy a mil kilómetros de distancia...

Pero nada grave, septiembre siempre estará presente en nuestros corazones... Aunque, a decir verdad, me encantaría no tener plaza y así poder decir ya no hay motivos para volver.

No, no quiero volver, me arriesgaré a decir que es lo que más temo hoy por hoy. No sé bien qué sucederá al regresar, si volverán las peleas absurdas, si la gente estará más tranquila, si... bueno, no sé qué pasará, dejémoslo ahí.

Dejando atrás el tema de Ida sin vuelta, me siento algo vacía.
No estoy triste y tampoco ausente, sólo espero ansiosa a que le den una patada a la puerta y me digan "Casémonos y marchémonos más lejos de lo que soñaste nunca.". No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que eso nunca pasará, la gente no suele romper puertas y tampoco tener suficiente dinero para viajar tan lejos en estos tiempos que pasan. Aun así, es un sueño más.

Supongo que por eso mis pies no son capaces de asegurarme de que están pegados al suelo, siento como si hubiese un par de centímetros entre ellos y el suelo, siento que ninguna parte de mi cuerpo toca realmente la realidad.

Creo que me gusta esto de tener un blog. No lo actualizo a diario y eso hace que la gente se olvide de esto y cuando lo leen ya todo cambió.

Me gusta demasiado la idea de pensar que en la próxima entrada todo habrá cambiado.

Todo siempre cambia.

Sin nada más que decir por hoy, me despido.

Adiós,
Nuria.

lunes, julio 05, 2010

Vacaciones




Hace ya unas tres semanas que empezaron mis tan deseadas vacaciones.
Los veranos pasados se pasaron rápidos y sin ninguna anécdota especial que contar -aunque una relación de dos años se perdiese entre ellos, no hay ninguna especial que contar-. Normalmente mis veranos siempre fueron amar por encima de todas las cosas a mi ordenador, pero este año me encuentro a mil kilómetros de distancia de mi casa, de mis perros y de mi gato. Sí, un momento traumático.

Estoy en Galicia, para ser más específicos Orense, y para ser aún más específicos en un pueblo llamado Carballiño. Y bueno... no sé bien que puedo decir, estoy en una casa mejor que la mía, con gente mejor que la que conozco en Málaga -salvando un par de personas- y con pulpo a la gallega, que eso siempre ayuda a ver las cosas mucho más claras.

Volviendo al tema de cómo transcurren mis veranos. Este verano, o lo que llevamos de él, lo paso entre largas siestas, comidas deliciosas y buena compañía. No puedo pedir absolutamente nada más.

El hecho de no poder pedir nada más es algo que me pone realmente nerviosa debido a que no paro de pensar que un factor imprevisto aparecerá y lo joderá todo reduciéndolo a cenizas de cenizas de pelos de cabra, por ejemplo... Aunque creo que sé que el factor imprevisto consiste en algo más que previsto, la vuelta.

Los regresos de las vacaciones siempre son traumáticos y/o dolorosos. Cuando tus vacaciones transcurren como cualquier día laboral, teniendo que soportar a una niña de cinco años y sus gritos y alguna bronca con tu pareja, son más traumáticos. Aquí viene la explicación:
Cuando estás en un hotel, con piscina y servicio de habitaciones que te da todo lo que necesitas sientes que realmente estás de vacaciones, que mañana no hay trabajo y que tú eres el rey. Por el contrario, cuando intentas descubrir un medio para volverte sorda y no escuchar los gritos de una cría, cuando tienes que limpiar la habitación y escuchar broncas de convivencia sientes que estás en tu vida normal, en tu día a día, olvidándote de que hay algo más allá de esto... Resumiendo, el día de regreso te encuentras con que tu mundo perfecto lleno de obligaciones se va a destrozar porque debes volver a tu mundo real, que lleva ya bastantes años destrozados.

No es por quejarme -o quizás sí-, a decir verdad, tengo más que aceptado que en Málaga no hay posibilidades, que crearé mil y una vez un imperio que acabará consumido por las llamas. No voy a intentar cambiar nada, acepto lo que sucedió y sólo dejo pasar el tiempo.

Algún día empezaré de cero en algún lugar en el que nadie sepa mi nombre.

Sin nada más que decir, me despido.

Xoxo!
Nuria.

jueves, julio 01, 2010

Goodbye



Quiero empezar la primera entrada despidiéndome de todos y cada uno de mis posibles o inexistentes lectores. El motivo de mi despedida es poder dar una excusa si dejo de lado todo lo referente a este blog y mi vida social en Internet -que por ahora es la mayor parte de mi vida-.
Debo reconocer que ya han pasado varios años desde que me aventuré a decir que prefería hablar por messenger a hacerlo en directo, cara a cara. No me gusta interactuar mucho con las demás personas -no penséis que es algo nuevo en mi, nunca me gustó demasiado- porque suelen reaccionar de manera inesperada ante los estímulos, hablando de manera virtual lo peor que te puede pasar es que te robe la contraseña o te deje sin admisión.
Mucha gente me tachó de antisocial y excéntrica, nunca lo intenté negar, a decir verdad, siempre lo corroboré.
No sé de dónde viene mi torpeza a la hora de hablar con los demás pero siempre estuvo ahí desde que tengo uso de razón. ¡Ah! No es necesario que penséis que me autodenomino antisocial porque este de moda -o por lo menos eso parezca-. Creo que una persona que dice no tener amigos y critica continuamente el comportamiento de las personas no debería salir cada sábado noche, emborracharse y/o drogarse. No os confundáis, me refiero a que las personas que dicen estar solas y odiar al género humano y todas esas sandeces no debería tener una vida social tan activa, que la tengan, pues genial, no deseo que nadie tenga que joderse y hacerse la tan cuestionada pregunta de:

"¿Qué coño hago yo aquí?"

Volviendo al tema principal, decidí crear un blog para tener una actividad obligatoria durante este verano del 2010, ya tengo un fotolog -sí, me gusta fotolog- pero me hacia verdadera ilusión tener un blog -¡Me creo capaz de ganar dinero y hacerme famosa! :) -.

Sin más demora me despido, pasaré a menudo por aquí.

Adiós,
Nuria.