sábado, enero 28, 2012


Será por la gente con la que ando o porque el fin del mundo cada vez está más cerca por lo que todo me saca más rápido de quicio. Detesto esa manera asquerosa de complicar las palabras en inglés que no sabe pronunciar de mi madre, la manera repugnante de solucionarlo todo con un "Bueno, ya le conoces" o un "Jo, ya verás como todo se arregla" de mis amigos, la manera de meterse en la vida de todos esa gente que tanto detesto de clase, la manera de vivir de toda la gente que me rodea.

Es que no soporto esa falta de interés por las cosas importantes, esa obsesión por lo más insignificante, esa continua presión y esa manera de tirar de la cuerda, de asfixiarme con más preguntas y respuestas, lo odio todo. Absolutamente todo y a todos.

Me siento horriblemente sola y aburrida aun cuando estoy rodeada de gente, necesito gritar y golpear y a la vez solo quiero un puto abrazo. No, realmente no tengo ni la menor idea de qué es lo que quiero, pero mientras no me lo pregunten no me siento mal por ello. Ojalá todos desapareciesen y dejasen de hablarme cada maldito segundo de mis días.

Lo único que sé es que en este justo momento lo que me haría feliz sería pasarme tres horas gritándole a cualquier persona y tirarle un vaso a la cara. No quiero que me digan obviedades, ni necesito sus estúpidas palabras banales, ni nada... Sólo necesito que luchen por mí, que crean en mí, que lo hagan de verdad y no por un polvo.

Hace dos años dije que no quería hacerme la tan famosa pregunta de ¿Qué coño hago aquí?, pues aquí estoy, no sé que coño hago aquí. Ni aquí ni en ningún sitio. No sé qué hago ni qué hacer.

Adiós,
Nuria.

sábado, enero 21, 2012

Masoquismo.


Asqueada, decepcionada y a punto de matar gente. En serio, ojalá el mundo fuese como un Grand Theft Auto y yo tuviese el truco de munición infinita.

Sé que antes tenía ilusiones, tienen que estar en algún sitio... las cosas no desaparecen así porque sí.

Debería dejar de acercarme a la gente por un tiempo. Estoy cansada de ser la masoquista de siempre. Sólo quiero dormir durante siglos y despertar cuando el mundo haya sido dominado por gatos.

Lo mismo que antes,
Nuria.

Sexo.


Se me hace raro que algo tan dulce como el sexo cada día me de más asco.

Siento que la gente lo utiliza para dominar a otras personas, para hacerlas prisioneras y cómplices de un sucio engaño. No sé dónde quedó el amor de una comedia romántica o el desenfreno de una porno. Sólo veo deber y obligación. No encuentro muchas diferencias entre el sexo y ese examen de Comunicación Escrita al que hice frente hace escasos días.

No necesito que me presionen y menos con algo que es puro placer. Lo peor, es que aún no me crucé con alguien que no lo haya hecho. Parece que todo macho ibérico que se cruza en mi vida tiene que sodomizarme y utilizarme a su antojo.

Lo que más me molesta, sin duda alguna, es que me griten que ya no siento nada por ellos por no fornicar como conejos. ¿Cómo hacerlo? Si cada vez que me lo exigen hace que mi asco interno suba como la espuma.

Me están destrozando por dentro, lo noto. Mataría por no volver a hablar con un hombre en mi vida.


Horriblemente asqueada,
Nuria. 
 Dibujo: Kelly Thompson

viernes, enero 20, 2012

Días aburridos.


Después de medio año, he vuelto. Supongo que es un poco como el refrán de a todo cerdo le llega su San Martín, pues a mí me llegó la hora de superar las cosas.

Llevo unos días planteándome volver a actualizar este pequeño rinconcito pero bueno, sé que no fui la única que sintió miedo la primera vez que aceptó la pregunta de  "¿Estás seguro de que desea sobreescribir esta partida?". Los juegos y sus metáforas de vida.
Tengo que reconocer que me duele, me da rabia y hasta miedo el hecho de escribir esta entrada. No estoy segura de qué decir o qué hacer. Soy demasiado masoquista para decir que he superado un fracaso, me entretiene más llorar por causas perdidas y seguir creyendo que algún día todo volverá a ser como un viaje en coche hasta el Parque Warner.

Desviando el tema, la situación sigue siendo más o menos igual a la de aquellos días de junio. Ahora soy una universitaria como a todos les mola decir, parece que el primer cuatrimestre lo superé y el lunes empezaré la segunda pantalla de esta gran aventura gráfica. Que tiene una historia de los más mediocre, si me permiten añadir.
Las clases me parecen aburridas, los profesores me parecen aburridos, los compañeros me parecen aburridos.... Resumiendo, todo es aburrido. Demasiado aburrido diría yo.

No estoy muy motivada con las cosas que hago o dejo de hacer. Dormir, ahora mismo, me parece la mejor afición que una jovencita de dieciocho años puede tener. Sinceramente, no me gusta demasiado estar así, pero tampoco me apetece luchar para cambiar el destino de la humanidad. Tampoco digo que no tenga objetivos en la vida, no sé, comer macarrones con queso me parece una buena idea también...

Pero, sin duda alguna, soportar las continuas quejas de todas las personas que se me acercan no es uno de esos objetivos. Me dicen que estoy deprimida, que soy aburrida y toda esa desesperante palabrería barata -que además conozco. A veces creo que esperan que les diga felizmente un:  

Thanks for the info! 

Estoy bien así como estoy. Aburrida pero bien. No siento la necesidad de que me estresen con consejos que ni pueden utilizar en sus propias vidas. Si quiero tirarlo todo por la ventana ninguno de sus comentarios me parará, al igual que no me harán andar si no quiero dar ni un solo paso. Me apetece estar sentada, en silencio, sin hacer nada y sin pensar en nada. 
No soporto que continuamente me digan que no entienden mi cabeza, por qué no pueden entender que no me hace falta pensar en cada momento lo importantes que son para mí. 

Deberían pagarme 1 céntimo cada vez que alguien me diga que no le aprecio, así podría tener este verano la edición coleccionista de Cataclysm...


No tan aburrida,
Nuria.


Fotografía: Nuria Muñoz.

jueves, junio 16, 2011

Agridulce.

Hoy ya quedó todo dicho. Estoy decepcionada hasta puntos inimaginables y no sé en qué dirección mirar, realmente no quiero mirar en ninguna.
Ni historia de los 1110 sueños, ni infinito, ni pollas. Y lo peor de este mundo, es que no sé tomármelo de otro modo y no sé no buscarle el punto positivo a toda esta basura.

Tarde o temprano se tienen que dejar los sueños atrás y comenzar a vivir la realidad. Dejarse de casas en el aire, de nombres a personas que no existen y de sentimientos no mutuos. Siempre hay alguien en ese tú y yo que quiere más y finalmente acaba llorando preguntándose el por qué.

Sí, si me centro en el lado bueno, diré que ya salió esa espinita que tenía desde hace un tiempo clavada, aunque haya sido sustituída por otra.

Ojalá nunca hubiese comenzado el 2011... No sé como todo cambia tan rápido...

martes, junio 14, 2011

Mañana.


Estos últimos días se sucedieron de una forma similar, sin preocupaciones importantes. Todo se complica al regresar a casa, cuando me encuentro sola y miro instintivamente el calendario.
Mañana, miércoles, hará dos semanas desde aquella última noche. Dos semanas desde la última preocupación por mi. Sé que debería buscarte y encontrarte una vez más, pero siendo realista esta no fue la primera vez y tampoco será la última. De nada sirve buscarte y engañarme diciendo que piensas en mi cuando sólo respondes a un mensaje en la pantalla.

¿Cuánto tiempo has tenido para dar una sóla señal? ¿cuántas oportunidades para una mediocre sorpresa?

No quiero buscarte, ¿para qué?, lo resumirás todo en un se me olvidó. Yo, yo fui olvidada, y lo demás sigue intacto. Además, no quiero buscarte para encontrarme de frente con la realidad, con la afirmación de que el tú y yo se ha vuelto a esfumar y sólo queda un tú, yo. 

Supongo que como ser humano que soy nunca me acostumbraré a ver como las cosas fracasan. Pero con todo se aprende y esto me enseña a no construir sobre pilares inexistentes, o eso  creo, alguna moraleja tendrá que tener...


Sin nada más que decir,
Nuria.

sábado, junio 11, 2011

Esperas.


Estoy en la madrugada del primer domingo de vacaciones legales. No hará más de media hora que empecé un dibujo y me dije un "Este verano leeré y dibujaré hasta reventar." y bueno, el primer domingo es un buen día para empezar a cumplir mi tan ambiciosa expectativa.
Todo iba bien, dibujé una mujer en primer plano, con camisa de cuadros y gafas redondas. La mujer está situada en la mitad derecha del papel tamaño A3 y ahora me doy cuenta de que no sé qué pintar en la otra mitad.

Alguien me dijo no hace mucho que era joven y que tendría muchos momentos en los que el corazón te da un vuelco. Este ha sido uno de esos momentos, junto a ese que viví el jueves ante el examen de Dibujo artístico al ver que tenía que hacer una interpretación del cuadro de El beso. 
No sé qué dibujar en el lado izquierdo porque no sé que tengo a mi lado. Estoy sola y a la vez no. Hay apoyos y amor pero yo me siento vacía, perdida y fría.
Si soy sincera diré que no sé quién espera por mi y por quién espero yo. No sé si alguien sigue pensando en mi como hace un tiempo o sólo soy ya una molestia, pero para qué negar que no quiero saberlo. No quiero preguntar si ya todo se acabó, si todo fue un fracaso y si volvemos a ponernos cara a cara con un Aladdin que te dice: ¿Confías en mi? sólo para desaparecer instantes después.

Quiero saber qué soy y desde cuando dejé de ser lo que era, pero no quiero que pronuncien lo que sé que dirán. Si sólo pudiese callar el mundo, si pudiese construir algo nuevo sólo para mi.

Duele tanto ver como la frase que soñabas escuchar desde tu mas tierna infancia va descomponiéndose lentamente en el tiempo. Y como las promesas se van destruyendo poco a poco...
Aunque aun duele más recordar la interpretación que hice de aquel cuadro: borrando el amor, la ternura, el cariño, la protección..., es decir, borrando todo lo que ese cuadro simboliza para mi, borrando todo lo que soñaba con llegar a tener en un eterno para siempre; y resumiéndolo en la soledad y en la espera.



Sólo quiero saber qué dibujar en el lado izquierdo del papel.

Cansada,
Nuria.