jueves, junio 16, 2011

Agridulce.

Hoy ya quedó todo dicho. Estoy decepcionada hasta puntos inimaginables y no sé en qué dirección mirar, realmente no quiero mirar en ninguna.
Ni historia de los 1110 sueños, ni infinito, ni pollas. Y lo peor de este mundo, es que no sé tomármelo de otro modo y no sé no buscarle el punto positivo a toda esta basura.

Tarde o temprano se tienen que dejar los sueños atrás y comenzar a vivir la realidad. Dejarse de casas en el aire, de nombres a personas que no existen y de sentimientos no mutuos. Siempre hay alguien en ese tú y yo que quiere más y finalmente acaba llorando preguntándose el por qué.

Sí, si me centro en el lado bueno, diré que ya salió esa espinita que tenía desde hace un tiempo clavada, aunque haya sido sustituída por otra.

Ojalá nunca hubiese comenzado el 2011... No sé como todo cambia tan rápido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario