martes, junio 14, 2011

Mañana.


Estos últimos días se sucedieron de una forma similar, sin preocupaciones importantes. Todo se complica al regresar a casa, cuando me encuentro sola y miro instintivamente el calendario.
Mañana, miércoles, hará dos semanas desde aquella última noche. Dos semanas desde la última preocupación por mi. Sé que debería buscarte y encontrarte una vez más, pero siendo realista esta no fue la primera vez y tampoco será la última. De nada sirve buscarte y engañarme diciendo que piensas en mi cuando sólo respondes a un mensaje en la pantalla.

¿Cuánto tiempo has tenido para dar una sóla señal? ¿cuántas oportunidades para una mediocre sorpresa?

No quiero buscarte, ¿para qué?, lo resumirás todo en un se me olvidó. Yo, yo fui olvidada, y lo demás sigue intacto. Además, no quiero buscarte para encontrarme de frente con la realidad, con la afirmación de que el tú y yo se ha vuelto a esfumar y sólo queda un tú, yo. 

Supongo que como ser humano que soy nunca me acostumbraré a ver como las cosas fracasan. Pero con todo se aprende y esto me enseña a no construir sobre pilares inexistentes, o eso  creo, alguna moraleja tendrá que tener...


Sin nada más que decir,
Nuria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario