sábado, enero 21, 2012

Sexo.


Se me hace raro que algo tan dulce como el sexo cada día me de más asco.

Siento que la gente lo utiliza para dominar a otras personas, para hacerlas prisioneras y cómplices de un sucio engaño. No sé dónde quedó el amor de una comedia romántica o el desenfreno de una porno. Sólo veo deber y obligación. No encuentro muchas diferencias entre el sexo y ese examen de Comunicación Escrita al que hice frente hace escasos días.

No necesito que me presionen y menos con algo que es puro placer. Lo peor, es que aún no me crucé con alguien que no lo haya hecho. Parece que todo macho ibérico que se cruza en mi vida tiene que sodomizarme y utilizarme a su antojo.

Lo que más me molesta, sin duda alguna, es que me griten que ya no siento nada por ellos por no fornicar como conejos. ¿Cómo hacerlo? Si cada vez que me lo exigen hace que mi asco interno suba como la espuma.

Me están destrozando por dentro, lo noto. Mataría por no volver a hablar con un hombre en mi vida.


Horriblemente asqueada,
Nuria. 
 Dibujo: Kelly Thompson

No hay comentarios:

Publicar un comentario